jueves, 24 de diciembre de 2009

Noche buena

Estoy engordando cada día más, aunque todavía sigo en mi peso ideal yo me veo horriblemente gordo. Mi cara está gorda y asquerosa. Odio mi cuerpo, me da completo asco, no quiero ni moverme en este momento de la silla, me da asco andar en una talla 36 que me queda casi apretada cuando antes me bailaba. Odio tener que ver mi cara hinchada, tocarme las costillas y ver que cada vez están más ocultas. Odio mis piernas, mi culo, mi barriga, mi pecho.
Hay veces que pienso en que me gustaría quitarme la vida, pero no encuentro valor para hacerlo. A parte, pienso que mi familia no soportaría ese dolor.
Bajo esta enfermedad -que mi psiquiatra intenta ocultar y ponerle todos los nombres en vez de llamarla por el suyo: ANOREXIA Y BULIMIA- la vida se ve de un modo distinto a como la veía antes. Cuando voy por la calle sólo intento buscar un cristal en el que reflejarme y, tras comprobar mi anchura, me entra ganas de ahorcarme. Es entonces cuando intento evitar mirar en cualquier espejo, porque entonces cada mirada a mi rostro se convierte en una apuñalada al corazón.
El otro día estuve en un pub con mi hermana, estuvimos con unos amigos. Primero uno se acercó a mi hermana y le dijo: tu hermano se ha puesto guapísimo. Al cabo de un rato, otra amiga se acercó a mi hermana y le dijo: tu hermano está monísimo. Eso fue un halago para mí, sin embargo yo me veo terriblemente gordo.Sé que esta enfermedad es así. Sé que te hace verte enorme cuando en realidad no lo estás, pero es muy difícil creerte realmente que estás delgado cuando en el espejo me veo inmenso. Soy como un esquizofrénico que afirma que le persiguen y no es cierto. Aunque nadie le persiga y se le diga que nadie le persigue, él sigue creyendo que le persiguen.
La psiquiatra me ha doblado la dosis de medicación. Pareció un poco asustada cuando le dije que me duchaba con agua helada para que mi cuerpo perdiese el calor y utilizase calorías para calentarse. Entonces dijo: " Voy a duplicarte la dosis".
Francamente estoy más animado, pero los atracones siguen ahí. Si no fuera por el ejercicio intenso que hago estaría el doble. Ahora hay un problema, mis piernas están doloridas de tanto ejercicio y no puedo hacer. ¿El problema? Pues que mi casa está llena de turrones, mantecados, mazapanes y dulces navideños.
El día ha empezado bien con una manzana y mi vaso de leche. A media mañana naranja. Y he almorzado un potito de bebé. Quería reservarme varias calorías para la noche, porque sé que me obligarán a comer, pero no he podido. He abierto la despensa y vi chocolate abierto, media tableta. No ha durado ni un segundo. Luego cogi bombones, unos 5. Luego unos 5 mantecados y batido de chocolate. Tras ver que acababa de comer más de lo que pensaba comer en todo el día me he comido naranjas para laxarme y mucha agua. De todas formas no servirá de mucho. Ya he tomado 1750 kcal, con eso mantendría mi peso. Pero son las 12:42 de la mañana, ¿y la cena de noche buena? Me da igual que sea noche de exceso, no quiero engordar ni un gramo.
MALDITA CENA DE NAVIDAD, MALDITOS TURRONES, MALDITOS MANTECADOS, MALDITO CHOCOLATE Y MALDITA COMIDA!

No hay comentarios: